CARTA DE UN TERAPEUTA:
¿Qué contemplas en la imagen?, ¿Qué sensaciones te transmite?, ¿A dónde te transporta?, ¿Eres capaz de sentir la ligera brisa, el sonido de las olas, la calidez del atardecer, el olor del agua salada, …?
Es necesario, para la salud mental y por ende emocional, ser capaces de parar nuestros pensamientos, sobre todo cuando son pensamientos que generan angustia, ira, frustración, melancolía,…y poder centrarnos plenamente en lo que nos rodea. Tenemos miles de sensaciones poderosamente satisfactorias a nuestro alrededor. Sensaciones que nos transmiten emociones positivas como la calma, paz, libertad, tranquilidad, armonía, belleza, sosiego, alegría,…. Pero debemos estar emocionalmente receptivos para poder captarlas y poder llenarnos de su energía positiva. Para ello, es fundamental no caer en pensamientos rotativos y destructivos, la mayoría de ellos irracionales, que se convierten en una masa viscosa que todo lo absorbe y lo llena. Cuando esta masa negra de pensamientos grises se apodera de nuestra mente, surgen los miedos, las conductas de evitación, las sensaciones de vacío, la auto crítica destructiva, la desmotivación,… y todo ello, nos lleva en muchas ocasiones en función de la persona y sus circunstancias a sensaciones tan dispares como la falta de control de nuestras vidas, cuadros de baja autoestima, miedo a la soledad, insatisfacción permanente,…
La psicología, si tomamos como referencia la definición de la Wikipedia es “La ciencia que trata el estudio y el análisis de la conducta y los procesos mentales de los individuos y los grupos en distintas situaciones…”. Yo, como psicóloga que soy, con muchos años de ejercicio profesional a mis espaldas, con la visión que me ofrece haber tratado a muchísimas personas con diferentes problemáticas o preocupaciones vitales, he podido comprobar el enorme poder de cambio que ejerce en las personas un buen tratamiento psicológico. Es por ello, que la psicología me fascina, porque la considero un arma poderosa en manos de un buen terapeuta. La terapia psicológica ayuda a las personas a conseguir un cambio profundo a través del conocimiento de sus miedos, sus deseos, sus metas, sus bloqueos, sus fortalezas, …. Nos ayuda a saber quiénes somos, qué queremos y nos da las herramientas para lograrlo.
Pero el camino de la terapia no es fácil, no hay una receta mágica que nos haga sentir mejor con dos frases por muy motivadoras que sean. El cambio no es inmediato, no hay pastillas milagrosas. Todo cambio exige un esfuerzo y el principal motor de ese cambio vas a ser tu mismo. El psicólogo es ese guía, ese facilitador al cambio, el que te hace ver cuál es el camino, pero vas a ser tú quien tendrás que recorrerlo. Esto implica las diferencias personales, hay pacientes que avanzan muchísimo más rápido que otros porque simplemente se implican más con la terapia y con su propia metamorfosis.
La terapia, va a ser ese espacio personal e íntimo, en que iremos avanzando en el logro de tus objetivos y en la creación de nuevas conexiones neuronales que te hagan ver las cosas de una forma diferente. Es el espacio donde lograrás enfrentarte al mundo, a tus problemas, a tus miedos, a tus preocupaciones y a tus pensamientos negativos de una forma distinta. Una forma mucho más productiva, más sana, que te proporcione un mayor equilibrio emocional y que te generará altas dosis de bienestar personal. Todo ello implica un conocimiento profundo de la mente, del ser humano, de la dialéctica terapéutica, … y en este sentido considero que solamente un profesional de la psicología formado, es capaz de emprender este proceso con éxito. Por ello, me sorprendo del cada vez más inquietante intrusismo profesional de gente ajena a la psicología, que pretende dar consejos psicológicos como si de un recetario de cocina se tratara. ¿Acaso dejarías que un futbolista te operara a corazón abierto en un quirófano??. Te aseguro que yo no. Me encantará verlo jugando al fútbol, que es su profesión y por lo que se ha formado, pero no pondría mi vida en juego dejando que operara mi corazón. ¿Entonces, si con la salud física no te la jugarías, porqué habrías de hacerlo con la salud emocional???. Un couch no es un psicólogo, un vidente no es un psicólogo, un trabajador social no es un psicólogo,… si realmente quieres cambios en el terreno emocional, personal y en el logro de tus metas y objetivos, busca un profesional de la psicología bien formado. No juegues con tu salud emocional!!!.
Y por último, terminaré esta carta respondiendo a estas preguntas ¿Quién acude al psicólogo? , ¿Cuándo acudir al psicólogo?. Hace años, se pensaba que acudir al psicólogo era una cosa solamente para aquellas personas que sufrían de una grave enfermedad mental. Afortunadamente hemos avanzado muchísimo desde entonces y acudir al psicólogo en nuestro país se ha convertido en algo mucho más natural. No tanto todavía como en países como Estados Unidos, donde ir al psicólogo es algo de lo más familiar y cotidiano. En definitiva, los psicólogos atendemos a cualquier persona que quiera lograr un cambio personal. Y esta necesidad de cambio puede venir propiciada porque esté pasando por procesos de ansiedad, depresión, problemas de pareja, insomnio,…. O simplemente por todo aquel que quiera lograr un mayor crecimiento personal, o esté pasando por un mal momento vital, o se encuentre desorientado o desilusionado, o que no logre por sí mismo conseguir los cambios que desee en su vida y necesita una cierta guía u orientación. Por ello, a muchísimas personas en algún momento de su trayectoria vital, les sería de gran utilidad acudir a una terapia psicológica con la naturalidad con la que acudimos al médico cuando tenemos un dolor. ¿Os animáis a iniciar ese proceso de cambio???.