¿Te has preguntado alguna vez porqué ese problema que tanto te preocupa nunca se termina de resolver a pesar de que has buscado múltiples soluciones?. Es aquí donde entra en juego el papel de nuestra rigidez mental. Cuanto más rígidos seamos mentalmente, más nos costará tener un pensamiento divergente y flexible y por ello, las soluciones que demos al problema irán todas encaminadas en una misma dirección. Y la cuestión es: ¿si esas soluciones no han dado resultados, porqué seguimos empeñados en seguir los mismos patrones una y otra vez?. ¿No te has parado a pensar que la solución tal vez estribe en hacer precisamente lo contrario de lo que hemos hecho hasta ahora?